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Apostamos por crear vínculos fuertes,
sacarnos las máscaras y mostrarnos reales,
también en un formato de encuentros en los que se practica la escucha activa, sin diagnósticos
ni juicios. Todo ello nos lleva a un estado interno de confianza y relajación. Importantísimo, porque es desde aquí que entonces nos abrimos y nos compartimos.
.2
Apostamos por invertir el foco del beneficio.
Ya no nos mueve el "qué me puedo llevar yo
de esto" o el "cómo me puedo beneficiar esto a mí". La intención primera es la de participar en
el crecimiento de otra, así pensamos: "cómo la puedo ayudar", "qué puedo darle para apoyarla" sabiendo que hay otra que a su vez hace eso mismo conmigo.
.3
Apostamos por la visión a largo plazo.
Sabemos que las oportunidades y el crecimiento no
vienen de manera inmediata, que se trata de sostener la visión y cultivar diariamente. Que las
relaciones se construyen en el tiempo, que hay que trabajarlas, cuidarlas y madurarlas y que entonces, sí, aparecen la gratificación y los resultados.
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